Aforismos Novena Parte

La aparente metamorfosis de mi vida hace que pierda la memoria.
Es difícil borrar lo que fuiste alguna vez. Nadie te quiere como sos.
Mi pensamiento, cuando se pulveriza, es un desierto.
En este sudario de vigilias, de noches mustias, de lágrimas de fuego.
Olvidamos… y la conciencia nos precede.
Nuestro espanto es tal que queremos definirlo todo.
Presiento, con todas mis muertes, cuál es tu hastío.
Olvidar los nombres, la memoria de las cosas, renacer en silencio.
Muy pocos conocen su propio bien, pero casi todos reclaman
el bien común.
Un aforismo es un libro en pocas palabras.
Despierto de mi vacío, abro los ojos y vuelvo a mi natural estado.
Un arribar a nada. Un derivar en todo. Así vamos… de lado a lado.
Las estructuras fingen estabilidad para darte un sitio donde morir
de oscilaciones.
Como cuando ríes un misterio que no entiendes.
Por un instante que no tuve he perdido tanto.
Las ideas, cuando son de este mundo, no dicen nada.
Esa pasividad en torno a lo trascendental.
Si pienso en la nada, ya no existe la nada.
Todo me define, pero estoy naciendo.
Nacemos desnudos y morimos vestidos. ¿Cuál es la verdad?