Aforismos Quinta Parte

Ayer destruí todo. Ayer destruí también el misterio de saber que dos náufragos sólo deben mirarse.
Su dolor no tiene consuelo: mira la injusticia.
Quienes en el desierto ofrecen su agua en el abismo entregan sus alas.
Yo no te nombro. Pero todo te nombra.
A pasos del vacío me tienta la idea de la nada y del olvido.
Hoy creo mucho menos en el hombre que en Dios.
En la incertidumbre, y no en la certeza, es donde renacemos.
El cosmos me pregunta por qué pregunto.
Algún día no existiremos más: extiendo mis brazos.
Estuve a un paso de lo infinito. Y por no haber dado un paso más, ahora doy infinitos pasos.
Hay aspectos de Dios que se apartan del hombre para protegerse.
Libertad: ni siquiera elegimos nacer.
Cuando creía comprender la muerte, me acarició; volví a confundirme.
Y vos que decías que el olvido hace huecos en la nada: los labios retuvieron las formas de cada temblor.
Los apegos no reconocen transformaciones.
Son como cuadros tus ojos. Y los míos, los míos son como desiertos.
Mi mal conspira con otros males, y todos ellos conspiran contra mí.
Hay un espacio donde no somos como nos crearon.
Mis debilidades son tan fuertes que no parecen debilidades.
Cuando sólo nos habitan los recuerdos comenzamos a envejecer.